sábado, 8 de marzo de 2008

2 horas... 11 horas

Hola a todos

Todos hacemos locuras, algunos hacen cosas más locas que otros, pero siempre he pensado que los ferroaficionados somos algo más locos que el común de los mortales porque hacemos cosas que otras personas sencillamente no harían. Creo que lo que hice el jueves 21 de febrero es una de esas cosas.

Tomé el Biotren en la estación de Lomas a las 12:05 para llegar como a las 12:30 a la estación de Concepción y luego abordar el Corto hasta Laja. De ahé son como dos horas en tren siguiendo la ribera norte del río Bío Bío, alejándose progresivamente de la moderna autopista del Itata.

En San Rosendo, estación donde decidimos bajarnos en vez de Laja, recorrimos un poco las abandonadas instalaciones, como la casa de máquinas y los patios que vieron tiempo mejores hace muchos años. Penoso el estado dle AM-21 aunque es bonito lo que hay dentro del triangulo, una UR y un par de máquinas que muestran que San Rosendo es un pueblo que nace y se desarrolla al alero del caballito de metal.

Acá debo confesar otra confusión que tenía... siempre pensé que el triangulo de San Rosendo era mucho más grande, pero no... es tan o más pequeño que el triángulo que se formaba en la antigua estación Yungay.

Más tarde caminar a Laja, la separación entre ambos pueblos no es de más de 2 kilómetros, pero la única vía de comunicación que tienen es el puente ferroviario que ha sido adaptado para el paso de autos y de peatones, no hay micros y tampoco pueden pasar camiones.

Laja es un Macondo más... no hay mucho que contar, salvo que nos perdimos de fotografías a la 1301.

En Laja tomé un bus a Los Ángeles, pensaba tomar un bus desde allí hasta Chillán pero para mi sorpresa no había, así que una micro con asientos de bus me llevó por una pequeña ruta que en algunos puntos va paralela a la línea (aunque no vi nada más que la línea) y que sirve como comunicación a varios pueblos pequeños que no son más entretenidos que el pueblo de 100 años de soledad hacia el final del libro.

Llegué a Los Ángeles a eso de las 17:40 (había salido de Laja a las 16:45) a un terminal que desconocía. He de confesar que me gustó la ciudad, tiene bastante movimiento y se ve mucha gente en las calles. En una micro de esas que andaban por Santiago hace como 20 años llegué al terminal "interprovincial" de Los Ángeles donde tomé un moderno bus hacia Chillán. Dos horas más de viaje, llegué a las 20:00 a la ciudad de O'higgins.

Acá me pasó una cosa bien loca... andaba perdido con las horas, vi un aviso que decía "Linares: 19:30" y pensé que sería bueno tomarlo a esa hora para llegar a Linares antes de las 10 de la noche... claro... pensando que en realidad eran las 7 cuando eran las 8, el vendedor de los pasajes me dijo "chhh... pero si ese se jue hace media hora po cabrito" :S bueno... entonces déme en el de las ocho y media, le dije. Mis planes se me fueron a la cresta, porque llegaría a Linares pasada las 10 de la noche y desde allí no cachaba como poder llegar al campo donde vive mi abuela donde pasan micros de día pero de noche se puede llegar solo en taxi.

Salí de Chillán, en el bus iban dando una película que me pareció demasiado estúpida "El hombre de mimbre" creo que se llamaba y de lo que alcancé a ver era una especie de Secta de mujeres que tenía que "ofrendar" un hombre a la naturaleza para que ésta les siguiera dando cosechas buenas... el asunto es que el hombre era Nicolas Cage y al final lo encierran dentro de un hombre de mimbre gigante y le prenden fuego. No me gustó.

Llegué a Linares a las 22:15 y para mi mala suerte el bus me dejó en la entrada de la ciudad y no en el terminal... así que de ahí tuve que idear la manera de emprender la última parte de mi viaje que ya superaba las 10 horas.

Linares es una ciudad bien fome, no era tan tarde pero la calle principal estaba desolada y me dio miedo caminar solo por varias cuadras hasta llegar al paradero de los colectivos, así que a mi pesar, tuve que tomar un taxi y luego de negociar un poco con el taxista logré que el precio de la carrera de poco más de 14 kilómetros fuera... razonable.

Llegué como a las 11 a la casa de mi abuela... luego de 11 horas de viaje de las cuales solo 2 horas 20 fueron en tren.

Los pasajes los guardé... todo lo hice por andar en el Corto del Laja, aunque lo volería a hacer porque me sentí todo un aventurero andando por esas carreteras de solo dos vías en una micro casi rural pasando por pueblos que con suerte salen en un mapa.

Y así fue la locura de este verano :P

Saludos a todos, especialmente para alguien que no diré :)

Pebels

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