sábado, 9 de mayo de 2009

La ocupación del espacio público para solucionar los problemas colectivos

El día viernes iba a la U y me encontré en mi camino con un afiche, como el de la foto, que invitaba a participar en una actividad el día de hoy en una plaza del barrio.  Me llamó la atención porque vi que formaba parte de un programa del gobierno y, además, no es la primera vez que se realizan este tipo de actividades, que me gustan en el sentido de que las encuentro útiles para la recuperación del espacio público como un lugar para todos, concepto muy desarrollado en las naciones industrializadas de Europa. 

Me gustaría tomar un pequeño sustento teórico antes de continuar. El ser humano es un ser gregario de forma ancestral y casi natural. En los albores de la humanidad el ser humano se reunía en grupos, para protegerse de los peligros de forma más eficaz, para cazar, etc. Ya en tiempo de los griegos Aristóteles descataba la necesidad de la ciudad para que el ser humano sea feliz, toda vez que para Aristóteles la etica busca la felicidad del invidivuo y la política el bien de la ciudad, la segnuda sería la continuación colectiva de la primera, luego, salta a la luz la necesidad de un buen gobierno político (en términos de polis) para alcanzar la felicidad del hombre, pues el hombre no puede ser feliz sin la ciudad, en otros términos, no puede vivir sin ésta. ¿Y por qué? Aristóteles dirá que el hombre, como "animal que tiene lógos", es decir, como animal con razonamiento y palabra es también un "animal político" es decir, un animal que vive en la polis, en definitiva, un animal social que requiere de otros para alcanzar la felicidad. 

Atenas, en tanto, como expresión de la polis tenía una forma de democracia que hoy sería poco práctica, una democracia de representación directa en el que las personas habilitadas para ello se reunían en un espcio común a discutir sobre los problemas coletivos que afectaban a la polis. La ekklesia, el ágora y el boulé ateniense son ejemplos de la participación de las ciudadanos de Atenas en las suntos relaciones con el gobierno de la Polis

Avancemos un poco en la civilización y lleguemos a Bordieau. Este lógos del ser humano es definido por Bordieau según dos usos posibles. Un uso cínico, es decir, conocer el funcionamiento del mundo y de la sociedad para idear una estrategia que me permita explotar sus reglas para mi provecho, sin considerar si es justo o injusto, agradable o no. El uso clínico, en tanto, sería aquel uso del conocimiento que permite conocer el mundo para combatir aquellos aspectos que, según nuestro sentido moral, consideramos dañinos o nocivos para la sociedad. 

Bauman (1999) señala que en nuestra sociedad se han perdido los puentes que conectan la vida privada con la vida pública y que, en consecuencia, existe una imposibilidad para que los problemas de carácter privados puedan tomar fuerza y convertirse en problemas colectivos. En la misma línea, señala que la falta de un ágora, de un espacio que es público y privado a la vez donde los ciudadanos se puedan reunir y exponer sus problemas privados de manera significativa "de modo tal que se generan palancas que, colectivamente aplicadas, resulten suficientemente poderosas como para elevar a los individuo de sus desdichas individuales." (Bauman, 1999, 11).

Ahora bien, en relación a las actividades que mencioné al principio y al programa de recuperación de barrios del Ministerios de Vivienda, veo en ellos justamente la creación o el intento de al menos, de formular esos "ágoras" modernos en donde el espacio público se convierta en un lugar de reunión de los ciudadanos de la "polis" es decir, de la comunidad, de la comuna, de la población o el barrio. 

El programa de recuperación de barrios del Ministerio de Vivienda y urbanismo tiene la particularidad de combinas políticas públicas, orientadas algunas hacia la recuperación el entorno urbano y de equipamiento: construcción de plazas, parques, mejoramiento de la iluminación, etc. Pero, además, este mejoramiento del entorno debe ir orientado a fortalecer la participación social, generando programas donde los vecinos sean actores relevantes y, como dice Kliksberg, no meros receptores de un programa de gobierno, en donde haya una responsabilidad compartida de diseño, ejecución y evaluación de la política. 

La intervención que realiza el programa en los barrios tiene dos focos principales: barrios con un alta concentración de deterioro urbano y vulnerabilidad social, donde se presentan además un alto déficit de equipamiento urbano en los cuales se requiere de una inversión mayor o de construcción de espacio público. El 90% restante del programa se enfoca aquellos barrios con vulnerabilidad social y que requieren inversiones de orden menor de mejoramiento de la infraestructura pública o fachadas. 

La inclusión de los vecinos como actores relevantes en el proceso se enmarca desde el diseño del programa. En la fase 1, momento en el cual se definen prioridades y la agenda que el programa seguirá, se realiza un diagnóstico técnico y un autodiagnóstico desde los vecinos. La fase culmina con la creación de un consejo vecinal y la forma de un contrato de barrio, el cual es suscrito por la SEREMI de Vivienda y Urbanismo, actores locales y vecinos. El consejo vecinal debe cumplir un rol protagónico y es la entidad que firma el contrado de barrio en representación de la comunidad.

En la fase 2 se ejecuta aquello que se suscribió en el contrato de barrio con proyectos de infraestructura y actividades que estimulen la generación de capacidades sociales y de barrios (como aquella que se promociona en el afiche que he mostrado). Se distinguen los proyectos de ejecución de la comunidad, los proyectos encauzados al MINVU y a otras instituciones y aquellos proyectos de ejecución directa del programa "Quiero mi barrio". 

La última fase, de evaluación y cierre, proyecta el consejo vecinal de modo que se pueda hacer cargo de problemas que no fueron contemplados en la agenda de intervención integral del programa. Además se evalúan los resultados del contrato de barrio y se socializa la experiencia. 

Un programa interesante, apuntando a un importante tema relacionado con la participación de los ciudadanos y de los vecinos en la recuperación del barrio, que enfatiza la idea de "actor relevante" en los vecinos y, además, de la generación de capacidades sociales que intenten proyectar la experiencia y lograr, realmente, la generación de "ágoras" en nuestra comunidad y que sean capaces de dar solución a problemas colectivos en la esfera comunitaria. 

Pablo Valenzuela G.
Estudiante de Administración Pública
U. de Chile.
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Referencias:

Bauman, Zygmunt. En busca de la política. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires 1999. 

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