martes, 8 de enero de 2008

Bitácora de un viaje ("Tengo flojera")

Hola a todos!
Ya estoy próximo a terminar el recuento del paseo a Mellico, solo me faltan dos días incluyendo el que contaré en esta edición.
De todas formas, sobre el cuarto día no hay mucho que decir, no porque el día haya sido fome, sino porque fue el día de flojear, de dormir, de quedarme tirado mirando el techo o los árboles (o la nada) y el día de putear al pajarraco mongólico que golpeaba la ventana. Para el Víctor no fue así, él se bañó en el río solo (si hubiera salido el monstruo del maule habría muerto solo).
Después de flojear durante todo el día llegó la hora de ver cómo cruzaríamos el día siguiente y mientras caminábamos se nos apareció misteriosamente y de la nada nuestra "ángel guardiana" de quien hablé en el primer día de esta bitácora.
Luego de haber hablado con la amable señora volvíamos para ir al otro extremo de la aldea a hablar con quien sería el encargado de llevarnos desde la rivera sur a al rivera norte del maule y en eso vemos un reptil... una genuina serpiente chilena.


Demás está decir que la integridad de nuestra amiga culebra fue respetada y luego del video que se ve y de las fotos que tomamos, fue liberada para que siguiera con su rastrero deambular.
Más tarde vino la limpieza, el orden, la quema de la basura (un par de pirómanos locos como nosotros no la iba a enterrar :P) la recolección de "coquitos" de eucaliptus por parte del Víctor, que se trajo como un millón de esas cosas.
Luego a dormir, no quedaba nada que hacer más que descansar para las 7 horas de viaje que el día siguiente nos tenía deparadas. 7 horas de lo más interesantes.

Saludos a todos!

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