No puedo dejar de escribir algo relacionado con el "triunfo" de Eduardo Frei en las elecciones de ayer domingo.
Y el triunfo lo pongo entre comillas porque no fue un triunfo como los que se recuerdan. De hecho, la primaria de ayer fue algo diferente a los procesos de elección que la concertación hizo en el 99 para elegir a Lagos y el 93 para elegir a Frei como candidatos.
He de partir de la base que la primera de ayer fue forzada por José Antonio Gómez, pues estaba claro que él no ganaría así la votación se hiciera a nivel regional o nacional y a lo más que podía aspirar el candidato radical era a alargar un proceso que se podría haber zanjado hace meses con la proclamación de Eduardo Frei.
Concuerdo con mi otrora candidato a La Moneda, José Miguel Insulza, quien bien dijo que este proceso está perjudicando a la concertación. No sé hasta que punto la perjudicará, pero probablemente no se saquen muchas cosas de esta primaria y con la peleita de Camilo Escalona y José Antonio Gómez en pleno escenario, probablemente "salgamos para atrás".
Me gusta Frei, no me gusta Gómez. Me gusta Frei porque tiene experiencia, porque apela al Estado, porque no teme debatir sobre aquellos temas valóricos respecto de los cuales él puede estar en contra, me gusta porque es conciente de que vivimos en una sociedad heterogénea y que no se puede imponer su pensamiento al resto de las personas. En diciembre votaré por Frei.
No me gusta Gómez porque su candidatura nació como un saludo a la bandera, como un desafío de "partido chico" a los partidos "grandes" de la concertación para "evitar que nos sigan pasando por encima" en palabras del propio Gómez. Pero los radicales ya no son lo que fueron, por mucho que José Antonio intente apegarse al discurso histórico de su colectividad. Las cosas han cambiado mucho y lo que más rescato de él y de su partido es la propiedad histórica con la cual pueden hablar de educación.
Creo que la primaria de ayer demuestra la pérdida de arrastre de la concertación. Aunque claro, es mejor que el candidato sea elegido por 45 mil personas a que sea elegido "en un hotel de Las Condes entre cuatro paredes" pero al mismo tiempo hay que ser autocríticos, pues es cierto que ayer domingo se mostró que la gente ya no prende como antes. ¿Será una falla de la concertación o de nuestro sistema de partidos?.
Creo que de ambas, la concertación por un lado se muestra desgastada y su proyecto político es débil. Espero que Frei pueda encarnarlo y darle un cauce correcto a lo queremos para Chile quienes creemos aún en la concertación como alternativa para un quinto gobierno. Y nuestro sistema de partidos se encuentra desgastado, las personas no creen en los partidos, en la política ni en los políticos. La crisis de representatividad es notoria en todos los niveles, desde la universidad hasta el gobierno. ¿Será que no se nota un cambio mayúsculo entre los partidos grandes? ¿realmente será lo mismo la derecha que la concertación?. No lo creo, no es lo mismo.
Y porque creo que no es lo mismo en diciembre no votaré por la derecha, porque pese a que la concertación tiene un proyecto hasta ahora débil, la derecha carece de él y su discurso se limita a "no+concertación" pero, luego de la concertación ¿qué?.
Pienso que aquella fuerza que derrotó a Lavín (el candidato más votado de la derecha) en el 2000 y que erigió a Bachelet como Presidenta el 2006 aún puede rearmarse... si no es por voluntad propia de sus miembros será por una fuerza que la obligue a hacerlo... y esa fuerza ha de ser el peligro que la derecha gobierne en el bicentenario de la patria. Y eso... eso yo no lo quiero ver.
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