Cuando la presidenta Bachelet estuvo en la Casa Blanca junto al presidente de los Estados Unidos Barack Hussein Obama, hace algún tiempo, se dijo que ella era "la Barack Obama chilena". Y claro, ambos encarnan historias parecidas por temas personales antes de la llegada al poder, son figuras que gobiernan por primera vez sus países y, quizás por eso, han concitado especial atención por parte de los medios. Pero también hay otras similitudes.
La presidenta Bachelet llega al gobierno pensando en darle otro sello a su administración, el "gobierno ciudadano" se le llamó, la idea era gobernar con las personas y quitarle esa impronta autoritaria que Lagos había dejado en la opinión pública. Se llamó a comisiones para elaborar soluciones para importantes problemas públicos como la educación, la previsión, el empleo, la equidad, queriendo además crear una red de protección social con un proyecto estrella: la reforma previsional. Las grandes obras de infraestructura que habían caracterizado a los gobiernos anteriores quedaban atrás y ahora existía preocupación por problemas sociales.
Barack Obama llega con aspiraciones relativamente parecidas y con el país sumido en una crisis económica que llegó a ser calificada como peor crisis económica de los últimos 40 años, llevando 4 trimestres de contracción de la actividad (la última de sólo un 1%).
Importante también es destacar la reforma a la salud que Obama desea llevar a cabo en Estados Unidos, para lo cual precisa del congreso. Vale mencionar que en Estados Unidos no existen las figuras de urgencia ni de mensaje presidencial como ocurre en Chile, el congreso legisla y el presidente no interviene salvo mediante una nota en la que le solicita al speaker de la cámara de representantes o del senado discutir tal o cual proyecto, sin que estos tengan la obligación jurídica de hacerlo.
En definitiva, ambos han tenido que enfrentar importantes desafíos al inicio de su gobierno, teniendo la obligación de conjugar, por un lado, sus aspiraciones propias y sus propios programas de gobierno con problemas heredados de administraciones anteriores o trabas con las que se han encontrado a lo largo de su mandato. Bachelet tuvo que enfrentar Transantiago, la revolución pingüina, algunos escándalos de corrupción y los albores de una crisis económica que se veía venir en el horizonte: no olvidemos que durante el 2007 se produce una importante crisis alimentaria que hizo que los precios de los alimentos se dispararán en todo el mundo, los comoditties también subieron lo que permitió un mayor superávit efectivo del gobierno central pero a la vez hizo que los combustibles subieran de precios, ambas cosas presionaron de forma importante la inflación. Sin contar además la actual crisis económica que enfrenta el mundo entero y que ha llevado a que el gobierno de Bachelet termine con el nivel de crecimiento más bajo de los últimos cuatro mandatos.
Obama en tanto ha debido enfrentar trabas en el congreso norteamericano para sacar adelante la reforma en la salud, Estados Unidos se encuentra sumido en un grave recesión económica y hay dos guerras explícitas se están peleando en Irak y Afganistán, pero también relaciones internacionales altamente deterioradas con muchos países e incluso con bloque enteros, como el caso de Latinoamérica. Por esto último Obama despertó grandes esperanzas y los ojos se ciernen sobre él para ver cómo mejorará esas relaciones sin ser "el matón del barrio". El caso del golpe de Estado en Honduras es solo una muestra de la vara que la comunidad internacional le pone al gobierno de Estados Unidos y especialmente a Obama.
Pero a lo que quiero llegar son a algunas críticas que han aparecido en la prensa y que coincidemente son muy parecidas a algunas críticas que recibió Bachelet cuando hubo momentos delicados en el gobierno hacia el año 2006 y 2007. Clive Crook, columnista del Financial Times, en su columna del 27 de julio, acusa que las fallas que ha sufrido la reforma de la salud en Estados Unidos tiene que ver fundamentalmente con la falta de liderazgo del presidente Obama. Señala además que si la "reforma a la salud fracasa, será culpa no de la oposición republicana, sino de los demócratas desencantados". Recuerdo cuando los partidos de la concertación se desordenan y se le acusa a la presidenta de tener poco liderazgo con la coalición o de ser "muy blanda". El mismo Crook acusa a Obama de ser "muy blando" en sus relaciones con algunos países, como Corea del Norte e Irán, pues pese a las intenciones de Obama por cambiar sus relaciones -dice Crook- con estos países, ambos han endurecido so postura y el discurso que Obama dio en El Cairo, pese a la admiración mundial que causó, no pasó de las buenas intenciones pues en realidad el gobierno de Barack Obama no estaría administrando correctamente el poder de los Estados Unidos.
Resulta llamativo la serie de similitudes entre Bachelet y Obama, probablemente sea cierto e incluso más de lo que pensamos, y realmente nuestra presidenta encarne una figura tan parecida a la de Barack Obama.
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