Hoy fui a la Feria Internacional del Libro de Santiago, último día, mi propósito era claro: comprar el último libro de Hernán Rivera Letelier, "La Contadora de Películas", hacer que el autor me lo firmara y tomarme un foto con él. El objetivo fue cumplido a cabalidad.
Pero entre los muchos libros que había encontré uno que no pudo dejar de llamarme la atención.
Un tren en la portada, el nombre del libro y la reseña de la contratapa no pudieron no convencerme.
Un magnífico relato del viaje en tren de Paul Theroux por América en la década de 1970. De Boston a la Patagonia, el autor hace gala de un fino sentido del humor y de sus grandes dotes de observador para que ningún paisaje, ciudad o personaje interesante pase desapercibido. El contraste entre las dictaduras latinoamericanas y el modo de vida estadounidense, un casi ciego Jorge Luis Borges, los impresionantes paisajes de Brasil, Chile, Bolivia y Venezuela, el retrato de unas gentes acogedoras... se ofrecen aquí para comprender el mundo y aprender a habitarlo mejor.
El tren era un trozo de vida en medio de la cadavérica tierra; era el actor, el espectáculo dispuesto a ser observado en esa parálisis del hombre y la naturaleza. Y cuando pienso en el modo en que se tendió la vía férrea a través de estos páramos sin agua y esas guaridas de tribus salvajes... en el modo en que cada etapa de la construcción, rugiendo, las ciudades improvisadas, llenas de oro lujuria y muerte, brotaron y luego murieron; y eran ya simples estaciones perdidas en el desierto...
Cuando lo termine de leer les cuento.
1 comentario:
Algo había leído por ahí de la existencia de ese libro. Se ve, por la reseña, que es muy bueno.
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