miércoles, 31 de marzo de 2010

Sobre la privatización de Codelco

Con el tema del financiamiento de la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto ha surgido el tema de la "venta de activos prescindibles del Estado", mal expresado por el presidente como "bienes públicos" los cuales, bajo una concepción económica, tienen otra clasificación. Es así como varias editoriales de El Mercurio han intentado instalar en la agenda la privatización de empresas públicas, entre ellas, la Corporación del Cobre, Codelco.

Respecto de la eventual privatización de Codelco hay que hacer varias menciones, algunas de tipo puramente ideológico y otras de carácter más técnico. En primer lugar está el valor que tiene Codelco para Chile en términos históricos. Cuando el cobre es nacionalizado en el gobierno del Presidente Allende por primera vez en la historia se hacen carne los planteamientos que en algún momento hiciera Jose Manuel Balmaceda en torno a la propiedad las minas del salitre.

"Es verdad que no debemos cerrar la puerta a la libre concurrencia y producción del salitre de Tarapacá, pero tampoco debemos consentir que aquella vasta y rica región sea convertida en una simple factoria extranjera. No podría desconocerse el hecho muy grave y real de que la singularidad de la industria, la manera como se ha producido la constitución de la propiedad salitrera, la absorción del pequeño capital por el capital extranjero, y hasta la índole de las razas que se disputarán el imperio de aquella vastísima y fecunda explotación, imponen una legislación especial, basada en la naturaleza de las cosas y en las necesidades especiales de nuestra existencia económica e industrial."

Es cierto que Balmaceda probablemente no abogaba a la nacionalización de las minas, pero sí a la excesiva propiedad extranjera de los yacimientos que alimentaron las arcas fiscales durante muchos años. Sí con los ingresos que se generaron por concepto de impuestos el fisco tuvo enormes ingresos como para construir obras de infraestructura como ferrocarriles, puentes y otras obras. Si hubiese existido una corporación estatal que se encargará de la producción de salitre probablemente los ingresos habrían sido mucho mayores.

Cuando nace Codelco surge la idea de propiedad de los recursos naturales por parte de todos los chilenos. Las empresas que explotaban los yacimientos eran norteamericanas y las utilidades salían del país, si a eso se suma los costosos programas sociales que llevaba a cabo el fisco durante la primera mitad del siglo XX, la necesidad de recursos para el fisco era altísima, mientras que capitales extranjeros sacaban del país millonarias utilidades provenientes de los recursos naturales de nuestro territorio.

Codelco se constituyó simbólicamente como la empresas de todos los chilenos que representaba que todos los habitantes de nuestro territorio tiene derecho a recibir parte de los beneficios que nuestros principales recursos naturales reportan.

Durante la dictadura ese sueño y muchos otros se vieron disueltos, los capitales extranjeros volvieron al país y en muchos casos las empresas mineras eluden impuestos declarándose sin utilidades, fruto de los grandes costos que implica poner en marcha un yacimiento. Codelco hoy representa solo un tercio de la producción cuprífera de Chile.

En este sentido el debate no pasa por quien controla la sociedad, pues se podría vender el 49,9% de Codelco y el Estado seguiría siendo el principal accionista y controlador. El tema pasa por lo que representa históricamente para Chile una empresa como Codelco, de la que todos los chilenos son dueños.

Es así como surge el segundo argumento, de corte más económico. El que Codelco pertenezca al Estado implica que las utilidades de la empresa se van a las arcas fiscales y durante los años en que el precio del cobre escaló hasta los 4 dólares la libra Codelco alimentó de forma importante los fondos soberanos del país y el presupuesto nacional. Las estadísticas fiscales muestran que en 2006 y 2007 los ingresos provenientes de Codelco alcanzaron poco menos de un 33% y poco más de un 25%, respectivamente, de los ingresos totales del fisco en esos años. Son cifras no menores y que se podrían ver reducidas en caso de vender parte importante de Codelco en bolsa.

Entonces, ¿por qué no privatizar? Porque en primer lugar Codelco representa un símbolo importante para los chilenos, poner parte de su propiedad en bolsa sería algo parecido, a mi juicio, a poner parte de la Universidad de Chile en bolsa. Son símbolos del Chile que hemos construido. Y porque además Codelco representa una parte muy importante de los ingresos fiscales, no hablamos de montos marginales, son varios miles de millones de dólares que van al presupuesto y financian programas gubernamentales. De privatizar, ese monto se vería reducido, menos para el Estado y más para los accionistas privados y más concentración de riqueza en manos de unos pocos.

Muchos en este punto abogarán sobre la productividad y la eficiencia de Codelco. Pues para mejorar estos aspectos no es necesaria la privatización, solo modificar la norma, permitir la auto capitalización de Codelco, termina con el 10% a las FFAA y otras reformas, la del gobierno corporativo ya entró en marcha. El año 2009 Coldelco volvió a superar a escondida en cuando a la producción de cobre.

Más allá de esto está del debate en torno al royalty y a una reforma tributaria, importantes temas que si no se hacen en este momento difícilmente entrarán en la agenda más adelante. Deberían al menos mantenerse en el debate. Las necesidades son muchas y claramente el mercado no puede resolverlas todas.

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