En la presentación de los subsecretarios el presidente electo, Sebastián Piñera, realizó una dura crítica al manejo económico del gobierno de la presidenta Bachelet, señaló que "El año pasado, y esto es bueno que los chilenos lo sepamos, las finanzas públicas de nuestro país experimentaron un déficit que no conocíamos en los años recientes, alcanzando más de 4,5% del producto, lo que significa aproximadamente 7.200 millones de dólares. Esa cifra representa el déficit o uno de los déficits más altos de nuestra historia" (El mercurio, 20 febrero, C2). Frente a esta declaración es necesario hacer varias aclaraciones, pues el déficit fiscal que Chile experimentó en 2009 deben entenderse en un contexto de política fiscal contracíclica producto de la crisis internacional que se sintió en Chile desde el último trimestre de 2009.
Para tener claro el origen del déficit hay que remontarse a la elaboración de la ley de presupuestos del sector público del año 2009. En agosto y septiembre de 2008 (fecha en que se elabora la LPSP) la crisis financiera no era una realidad aún en Chile y, si bien después de la caída de Lehmann Brothers, el escenario internacional se vuelve mucho más inestable, la caída de las perspectivas económicas mundiales y locales vino después del shock que significó el congelamiento del crédito a nivel mundial luego de la quiebra de uno de los bancos de inversión estadounidense y el deterioro progresivo y sistemático de las perspectivas económicas mundiales. Es así como la ley de presupuesto del sector público se elaboró bajo supuestos mucho más optimistas a los que efectivamente se dieron.
El informe de finanzas públicas del proyecto de ley de presupuestos para el año 2010 muestra lo siguiente:
Lo anterior tiene varias incidencias en los ingresos fiscales. Por concepto de demanda interna, le LPSP del año 2009 contempló un crecimiento del 4,3%, no obstante hubo una contracción de 5,5% y eso afecta a la recaudación que se produce por concepto de IVA, la gente, en general, consumió menos durante el año 2009 y, por tanto, hubo una menor recaudación tributaria en ese aspecto. El precio del cobre, asimismo, generó una menor recaudación por concepto de cobre bruto, ya que el precio promedio efectivo durante 2009 fue de 233 centavos de dólar, 57 centavos menos que la proyección hecha en 2008. Vale decir que por cada centavo que baja el promedio del precio del cobre, el fisco deja de recibir 67 millones de dólares. Esta baja en el valor del metal también repercute en los ingresos tributarios provenientes de la gran minería privada.
Todo lo anterior deriva en que los ingresos fiscales durante el 2009 se proyecten como inferiores en $5.297.299 millones a los proyectados en 2008, es decir, un 21,8% menos (Dipres, 2009).
En relación a los gastos, en enero de 2009 la Presidenta Bachelet anuncia un plan fiscal contracíclico equivalente al 2,8% del PIB, el cual tenía componente de transferencia directa a las familias para apoyar el consumo, rebajas tributarias para apuntalar la inversión, subsidios a la contratación para mitigar el alza del desempleo, entre otras. Además, en marzo de 2009 se anuncia un plan procrédito que buscaba destrabar las condiciones crediticias, sobretodo para la pequeña y mediana empresa, en un contexto mundial en que el crédito se había congelado y las condiciones para otorgarlos se habían endurecido. Por todo esto, hubo un gasto 1.458.926 millones superior al proyectado en la ley de presupuestos.
El déficit, finalmente, proyectado por el Informe de finanzas públicas para la ley de presupuestos del sector público del año 2010 alcanza un 3,6% del PIB, inferior al déficit que se proyectó en julio, el que según Alberto Arenas, director de la DIPRES, llegaría a un 4,1% del PIB (Diario financiero, 31 de julio 2009).
El déficti también tiene que ser separado, pues tiene un componente cíclico y un componente estructural. Los fundamentos de esta distinción se hayan en la regla de balance estructural que rige nuestras finanzas públicas (consagrada en la ley 20.128 sobre responsabilidad fiscal). La regla de BESP en Chile busca reflejar el balance presupuestario que se produciría en al trayectoria de la economía en el mediano plazo, abstrayendo los factores coyunturales que inciden en las finanzas públicas (Marce, Tokman, Valdes Benavides; 2001) De este modo, el componente estructural del déficit, es decir, aquel que tiene relación con los ingresos permanentes del fisco alcanzan un 0,4% del PIB de acuerdo a la DIPRES, mientras que un 3,2% corresponde a componente cíclicos y, por tanto, ligados a la recesión económica mundial y con el shock que se vivió a partir del último trimestre de 2008 y que ya desde diciembre de 2009 se ha empezado a disipar en Chile.
Esta regla de balance estructural hará que bajo los supuestos macroeconómicos que se han usado para la elaboración del presupuesto de 2010, se mantenga un balance estructural del 0% del PIB, pues el déficit es del año 2009 y fue financiado con giros realizados al Fondo de estabilización económica y social (FEES) que, de acuerdo al último informe entregado por DIPRES, tiene un valor de mercado que supera los 13 mil millones de dólares.
Es así como, gracias a la regla de BESP, se controla el gasto en diversos momentos del ciclo económico, esto es, en momentos en que la economía se sobrecalienta el gasto público es acotado, pues se reconoce la existencia de componentes cíclicos en los mayores ingresos que podría tener el fisco producto de la mayor actividad económica. Cuando durante el 2008 el cobre alcanzó valores históricos cercanos a los 4 dólares la libra, la regla fiscal permitió aislar el componente cíclico de los mayores ingresos que se produjeron, acotando el gasto público solo al ingreso estructural. Situación contraria ocurrió durante el 2009, en que la misma regla permitió mantener el gasto público y estimular la economía con un plan fiscal, evitando que la caída del producto fuera mayor.
Las finanzas públicas en Chile son manejadas de forma sumamente responsable. Esta disciplina ha permitido reducir la deuda pública desde un 47% en 1990 a un 4,9% del PIB a junio de 2009 (Ver informe de la deuda pública, DIPRES, Septiembre 2009). Al mismo tiempo, se han tenido superávits fiscales durante 14 años, contribuyendo a la reducción de la deuda y al generación de fondos soberanos. El siguiente gráfico muestra la evolución de los superávit/déficit fiscales desde 1990, como porcentaje del PIB.
En definitiva, y a modo de conclusión, cualquier explicación que pueda hacer el déficit fiscal que Chile vivió durante el año 2009 tiene sus fundamentos en el ciclo recesivo que vivió la economía y del cual en diciembre Chile pudo salir, con un IMACEC de 3,9%, y del que las mayores economías del mundo aún buscan librarse. Hablar de irresponsabilidad en el manejo fiscal carece de todo asidero y resulta sumamente irresponsable en un momento en que una de las economías más abiertas del mundo, como la nuestra, se levanta de la peor crisis económica de la posguerra.
Referencias:
- Informe de las finanzas públicas para la elaboración de la ley de presupuestos del sector público 2010. Dipres, 2009.
- Informe de las finanzas públicas para la elaboración de la ley de presupuestos del sector público 2009. Dipres, 2008.
- Tokman M, Marcel M, Valdés R, Benavides P; Balance estructural: La base de la nueva regla de política fiscal en Chilena. En Revista Economía Chilena. Volumen 4, diciembre 2001.
- Compromisos fiscales y la meta de superávit estructural. Estudios de finanzas públicas, Mayo 2007. Dipres.
2 comentarios:
El aviso de Piñera de un año austero y déficit fiscal no es otra cosa que la tradicional fórmula de los gobiernos de derecha de TODO el mundo, para dirigir las inversiones lejos de lo social. Recordemos lo que pasó en los EE.UU. donde Los gobiernos republicanos que supuestamente eran austeros y de bajo gasto, reportaron déficit, mientras que la política "derrochadora" de Clinton entregó a la union con un superavit histórico.
Es un hecho que para nada es de extrañar, y el que lo hace es porque no ve las noticias del extranjero o no tiene idea de como marcha el mundo.
Excelente artículo, Pablo. Todos los argumentos que entregas son correctos, debidamente fundados en las definiciones que la Economía ofrece para cada uno de los instrumentos descritos. Sería re interesante mandarle una copia de las referencias que usaste a Piñera, a Fontaine y a todos ellos. O mejor dicho, que dejen de hacerle los que no saben y reconocer que el Gobierno de Bachelet fue excelente en materia macroeconómica y en manejo de la crisis mundial. Hasta la gente lo percibe así (o al menos lo percibía)
Saludos!
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